Kira Perez se corre con dos pollas negras

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Kira era una rubia voluptuosa de veintiséis años con un prominente trasero y generosos senos con los pezones perforados por piercings plateados. Su sexualidad era desinhibida y estaba repleta de deseos insatisfechos.

Hoy, Kira había decidido contratar a un par de gigantescos y musculosos modelos negros para cumplir sus más calientes fantasías. Zavier y Damian eran dos atletas de talla extra large de casi dos metros de altura, con virilidades generosas y cuerpos esculpidos por el mármol.

Kira los recibió envuelta en una tanga de encaje negro, salivando ante la vista de sus masculinidades. Sus pezones se endurecieron al instante con una mezcla de excitación y anticipación.

Zavier la empujó contra la pared e introdujo su viril enorme en su boca, comenzando a bombear fuerte y rápido. Kira gimió, sorprendida ante la invasión pero ansiosa de más.

Damian deslizó su virilidad en su vagina, causándole un pinchazo de placer ante el tamaño descomunal. El doble bombeo comenzó, arrancándole gritos roncos a cada embestida.

El placer la dominó por completo, sumiéndola en un océano de éxtasis abrasador. Sus clímaxes se sucedieron sin cesar, ahogándola en oleadas que parecían no tener fin. Se aferró a los gigantes, arañando sus espaldas músculoso.

Finalmente, exhaustos, Zavier y Damian eyacularon dentro de ella en un clímax doble y prolífico. Quedaron los cuatro unidos en un cruel abrazo, sacudidos aún por espasmos placenteros.

Kira yació completamente satisfecha entre ellos, marcada por sus apretados abrazos y restos de fluidos. Nada volvería a ser igual después de esta noche. Su sensualidad y apetito carnal habían despertado con fuerza, ansiosos de nuevas conquistas.

La aventura apenas comenzaba y Kira estaba dispuesta a sumergirse en océanos de placer sin fondo. Nada ni nadie podría saciarla jamás. Su lujuria era infinita.

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